Las redes sociales como Facebook y Twitter han estado siempre levantadas en armas contra los bots, el software que imita un usuario y suelen utilizar los emisores de spam. Twitter señaló las cuentas de spam como un "factor de riesgo" en su reciente informe anual, calculando que el 5% de las cuentas activas son falsas, pero admitiendo que el porcentaje podría ser mayor.

Sin embargo, las redes sociales y las empresa de mensajería empiezan a dar la bienvenida a los bots a sus redes. Ayudar a las compañías a implementar robots para el marketing o la atención al cliente se ha convertido en una nueva fuente de ingresos.

Los populares servicios de mensajería móvil Kik y Telegram han inaugurado "tiendas de bots" donde se pueden encontrar cuentas automatizadas. La mayoría son muy sencillos, por ejemplo para proporcionar horóscopos o ayudar a un usuario a enviar dinero a otros usuarios,pero algunas empresas están desarrollando otros más complejos e interactivos para fines de marketing.

Focus Features creó un bot dentro de Kik para promocionar su reciente película Insidious 3 y que era capaz de mantener una conversación muy básica. El New York Timesinforma de que los mercadotécnicos corporativos creen que Facebook está a punto de incorporar unos bots de marketing y atención al cliente a su servicio Messenger. 

Algunos de estos bots probablemente se meterán en líos. Como calentamiento para su anuncio de la semana pasada de que quiere ayudar a las empresas a desarrollar y desplegar todo tipo de bots, Microsoft lanzó un bot de conversación en Twitter llamado "Tay" que avergonzó a la empresa al expresar unas ideas muy ofensivas. Parte del problema fue que Tay adquirió malos hábitos de sus interacciones con los humanos en línea. Pero, al margen de eso, los bots diseñados para conversar pueden ser manipulados con facilidad para que interactúen o se muestren de acuerdo con unas declaraciones escandalosas. Los bots de conversación representan tanto una hazaña del engaño como de la tecnología.

La mayoría de los bots destinados a las redes sociales y los servicios de mensajería móvil serán programados para interactuar de forma muy limitada. Pero las empresas más ambiciosas podrían encontrarse con que sus bots se les pongan en contra. 

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TRADUCIDO POR TERESA WOODS